El rostro de Mattan

Durante las excavaciones de Cabezo Pequeño del Estaño y del yacimiento hijo de La Fonteta no se hayaron restos humanos de los fenicios que los crearon y habitaron a partir del s. VIII a. C.

Tampoco se han encontrado ninguna de las dos necrópolis que debieron existir asociadas a ellos, a pesar de que en fases posteriores de La Fonteta aparecen elementos de ellas amortizados como material de construcción de la muralla.
Por tanto, si nos preguntáramos cómo eran o el aspecto que tenían, hasta ahora no se podía nada más que hacer conjeturas.

En el 2008 se descubrió en el yacimiento gaditano de Erytheia los restos de un conjunto de casas que habían sido destruidas por un incendio. En una de ellas se descubrió un esqueleto completo de un individuo en posición de protección. Por haberse descubierto el 14 de febrero se le bautizó como Valentín, aunque cos posterioridad se le cambió la denominación a Mattan, un nombre fenicio.

Del estudio de los huesos se dedujo que era un hombre joven de 1,77 m. de altura y unos 30 años. Padecía una deformación congénita del cráneo que le haría ser torpe de movimientos. Cuando se produjo el incendio de la vivienda no pudo huir con rapidez y además parte del techo le cayó sobre una pierna rompiéndole el fémur, por lo que quedó tendido en la tierra, donde murió asfixiado. Y sin embargo, este mismo hecho que supuso su perdición también le hizo pasar a la posteridad al preservarle envuelto en ceniza.

Sus restos fueron sometidos a un TAC (Tomografía Axial Computerizada) donde se determinó que además de la malformación del cráneo era sordo. Su análisis de ADN inficaron que se trataba de un fenicio de segunda generación, un mestizo de padre fenicio y madre autóctona, dada la existencia de genes europeos por lo que sería un ejemplo representativo de la población de la colonia de Cabezo Pequeño del Estaño durante la época de la novela.

Obtener su rostro a partir de los huesos ha sido posible empleando el método de la antropóloga escocesa Caroline Wilkinson que utiliza la tecnología de imagen digital combinada con técnicas forenses, y nos permiten revivir a este individuo y poder mirarle a los ojos para preguntarle cómo vivía y como murió.

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